XLII Trofeo José Cano – Canillejas (2022)

Después de cinco años (pandemia de por medio) he vuelto a correr en casa, en la carrera de mi barrio, la que más veces me ha visto en su línea de salida (11 participaciones desde 2001, si no llevo mal la cuenta). Tiempo suficiente para comprobar si algo ha cambiado o todo continúa tal y como lo dejé en 2017.

A grandes rasgos, todo sigue igual. El circuito es el mismo, el precio es el mismo (13 euros, aunque los gastos de gestión han bajado a 0,60 euros), los kilómetros siguen igual de bien marcados, la bolsa del corredor es prácticamente idéntica y la falta de agua en meta también. La camiseta me ha gustado más, eso sí. De hecho, mucha gente compite con ella puesta.

La participación compruebo que sigue bajando. En mi última participación entramos en meta 2384 corredores y en esta edición el número de finishers según sportmaniacs.com es de tan solo 1452 atletas. Eso son 900 personas menos en cinco años. Imagino que algo tendrá que ver el pinchazo de la burbuja del running que tanto se comenta. El caso es que en la salida se notaba la menor participación: había hueco suficiente para todos y se podía llevar un buen ritmo desde el inicio, sin las apreturas de hace años. Me alegro por mí, que no me gusta sentirme atrapado en una marea humana, pero no tanto por los organizadores.

Quizá este descenso continuo de participación sea la causa de que este año también se haya celebrado un 5K, aunque apenas ha atraído a 250 corredores. De todas maneras, queda claro que no es por un afán de conseguir una foto de la salida con más gente a toda costa que el organizador vaya buscando, porque si no no se entendaría que esos 250 participantes salieran 40 minutos antes del 10K y desde el kilómetro 5, no desde la salida.

Por mi parte espero y deseo que la carrera popular de Canillejas nos dure muchos años a los sanblaseños (aunque diga La Razón que somos sanblasinos) y canillejeros porque es una carrera de larga tradición, muy bonita, con la dificultad que entraña su paso por el parque de Arcentales, que hay que saber gestionar y que es parte de su encanto, y con tres kilómetros finales que son una auténtica locura (fantasía, dicen ahora… en plan), picando siempre para abajo, en los que se puede meter una, dos y hasta tres marchas más.

El día nos acompañó con un sol radiante y mi carrera fue prácticamente idéntica a la de 2017 (47:25 de tiempo oficial frente a 47:30 de hace cinco años). Podía haberme esforzado más, pero los gemelos me avisaron en los últimos kilómetros para que no hiciera tonterías y hay que oír al cuerpo. Aun así, estar corriendo durante 10.000 metros por debajo de 4:45, con más de 73 kilos y midiendo lo mismo que Leo Messi (pero con 18 años más que él), me ha sabido a gloria.

Muy dabuti, recomendable. Repetiré.

2 comentarios en “XLII Trofeo José Cano – Canillejas (2022)

  1. Buenas maestro, que pena no haberte visto. No sabia que ibas a correr. Para mi es una carrera especial, la corrí por primera vez contigo, hasta el kilometro 7 que me digites adiós, que tu eras mas rápido. Para mi es una carrera en condiciones, no como ahora que parece que todas deben ser cuesta abajo.
    Seguro que sigue año tras año, es una carrera para correr y disfrutar. A ver si nos podemos ver en otra pronto. Un abrazo enorme.

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