Escribir en el blog he venido escribiendo, más o menos, regularmente, pero sí que me he dado cuenta de que hace mucho que no hablo de lo principal en una bitácora sobre correr: mi, vamos a llamarla así, “actividad atlética” (la realidad es que en lo que hago hay poco de actividad y casi nada de atlética). En resumidas cuentas, que después de Nueva York: la nada. Pretender, sí que pretendía cosas… que si correr esta carrera, la otra, la de más allá. Pero las fechas de esas carreras se fueron acercando, se celebraron y yo preferí quedarme en casa, en todas; entrenando, sí: corriendo siempre por el mismo sitio, corriendo siempre al mismo ritmo, corriendo siempre un par de días por semana.
¿Marathon blues? ¿Autumn blues? ¿Winter blues? Cualquier blues era bueno para agarrarme a él como a un clavo ardiendo, como justificación ante esa vocecilla interior que te avisa de que no lo estás haciendo bien, aunque estés haciendo algo.
– El objetivo está lejos- le contesto,- tengo tiempo de aquí a noviembre para preparar un maratón. Más que de sobra.
La vocecilla echa un vistazo a la báscula que se acerca peligrosamente al “octanaje”, se vuelve a buscar el patético ritmo de mis últimas salidas y con un ese tono de voz entre burlón y sarcástico que suele utilizar nuestra conciencia cuando quiere jodernos, pero bien, sentencia:
-¿A quién pretendes engañar, man?
Tocado y hundido.Por tanto, está decidido: año nuevo, vida nueva. Y el pasado 19 de enero, ese día que decían todos los medios de comunicación que era el más triste del año, el blue Monday en el que la gente abandona sus resoluciones de Año Nuevo, soy yo el que resuelvo las mías: este año voy a correr la media maratón de Zamora el 15 de marzo (porque sí, porque me apetece), después acompañaré a mi cuñado en su debut en la media maratón del R’n’R Madrid Maratón y el 30 de junio voy a pesar 10 kilos menos que en el blue Monday lo que me va a permitir afrontar la preparación del maratón de otoño con el cuerpo debidamente “acondicionado” y buscar el gran objetivo del año que va a ser y, atención que saco la artillería pesada:

CONSEGUIR REBAJAR MI MEJOR MARCA PERSONAL EN MARATÓN DE TODOS LOS TIEMPOS
Así que los 3:26:37 del Mapoma del año 2002 pronto serán historia.
Ahora que se atreva alguien a llamarme “tapado”.
ESooooooo, con valentia, como hago yo, a pecho descubierto, seguro que te sale, ahi estan los planes, son asequibles y estan para cumplirlos Carlos, vamos¡¡¡. Y eso que correr en 3h:26 es correr mucho.
Un abrazo.
Y recuerda que este año corremos una carrera juntos después de mi recuperación.
Eso está hecho! 🙂
Qué buen post, eso es poner las cartas sobre la mesa. Si hay algo que me cabrea son los blogs aparentes donde siempre todo sale estupendo. Parece que es pecado tener algún desliz en tiempos o constancia…
La narración de esa voz en off de nuestra conciencia me ha encantado, qué mal nos viene a veces pero cuánta razón tiene. Buena estrategia anunciarlo para no tener otra que cumplirlo.
A por ello.
Corredora, nada sale estupendo en la vida… y correr no es diferente. Yo soy muy de ‘picos’ y ‘valles’ pero hay que escuchar a la conciencia de vez en cuando 🙂
El post muy bueno: los planes claros, públicos y visibles, para recordarlos si te pierdes… 😉
Esa vocecilla interior… que guerra dá pero, muchas veces nos hace espabilarnos.
Pues al lio, Carlos.
Hola Carlos, ¿que tal llevas tus propositos del año? Espero que vayan cumpliendose.
Salu2
Muy buenas. Como los propósitos son para fin de año pues los voy cumpliendo no? ;). Ahora en serio tratando de bajar un poco de peso y corriendo un par de días a la semana muy lento. Ya habrá tiempo de machacarse
Poquito a poco pero sin descuidarlos, que estudiar a última hora no es bueno 😉😉